miércoles, 3 de octubre de 2018

TAYTA CURA


En el pueblo de Ámbar siempre predomino el poderío futbolístico de los Hijos del Sol, equipo conformado por un grupo de aguerridos muchachos ambarinos con hambre y sed de victoria, en el año 1969 fueron invitados a jugar un partido contra el combinado de Peñico, los jóvenes ambarinos  montados en sus caballos y borricos, llegaron a eso de las 9.00 de la noche del día anterior al partido de futbol, Alfredo Solórzano Clavarino “Mocha”  en compañía Félix Tena Espada el popular “Cato” y  Augusto López,   salieron a bailar al local del colegio donde estaba tocando la Banda Orquesta “Juventud Yamor”  de Juan de Dios Gavino, las horas pasaban y el entrenador del equipo ambarino  don Amadeo Solís Espada, se percata que tres de sus jugadores estaban en el baile sin guardar el reposo que tenían que guardar todos sus jugadores; por el respeto y prestigio ganado por el equipo de los Hijos del Sol, envió al capitán del equipo para que los llamara a la concentración, “Chucho” Jesús Solórzano, todo molesto  llego a donde se encontraban sus tres jugadores y les llamo la atención severamente especialmente a su hermano menor “Mocha”, quien con la gracia que le caracterizaba le contesto; hermanito déjanos divertirnos un ratito mas, no estamos tomando nada estamos con unas bellas muchachas de Peñico, pasándola relindo, cosa que “Chucho” le encargo a “Cato” que no lo dejara beber a “Mocha”, porque tenia que estar si o si en la saga ambarina para contrarrestar a los morenos delanteros de Peñico que eran refuerzos del Alianza Mazo.
El día domingo “Mocha” amaneció con la cabeza fuera de su lugar, Borrachaso, Amadeo Solís muy molesto por lo acontecido, le dice a Jesús Sosa que el jugaría en el puesto de Mocha, como defensa central  y como el partido tenia carácter de Revancha para los de Peñico, los Hijos del Sol tenían que salir a ganar si o si.
El partido se inicio bajo la atenta  mirada de los mas de mil asistentes al recinto deportivo llegados de las zonas aledañas a Peñico como Las Minas, Caral, Monguete, Acocoto y Las Casuarinas,  el recio back central de los Hijos del Sol, estaba descansando la mona, perdían 2 x 0 en el primer tiempo con dos soberbios cabezazos del moreno Mosquera.
Para el segundo tiempo ingresa Mocha y lo primero que le pide a la Banda de Músicos de Yamor que tocaran Tayta Cura, y así fue, el huayno sonaba como en sus mejor momento, cambio en el equipo ambarino al lado del campo puesto la sotana del cura (a quien lo había pedido prestado) estaba  Mocha,  listo para ingresar al terreno de juego, se despoja de la misma, mira hacia el cielo, se persigna   y entra al campo de juego, los jugadores de Peñico pensando que se trataba del Cura que había llegado de Huaura, cada ves que estaban frente a el lo trataban con respeto, al caso que se sentían impotentes de poder meter otro gol en el arco ambarino por respeto al curita.
El partido al final termino empate 2 x 2 con goles de Orlando Solórzano y Félix Tena.
Al final del partido  Mocha se volvió a poner la sotana marrón del Cura y fue aplaudido por los presentes al campo deportivo pensando que realmente era el Cura quien había jugado por los ambarinos y unos a otros se decían Dios jugó por los ambarinos, no ves que ellos vienen de Ámbar, la Sucursal del Cielo.

Al final Mocha fue sacado por sus compañeros oculto en la oscuridad de la noche para que los aficionados locales no se dieran cuenta que se trataba del patita que se había amanecido bailando y tomando en la víspera de la fiesta del pueblo.













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VIVA AMBAR. JULIO SOLORZANO MURGA.