15 de agosto de 1971, se celebraba el día central de la
fiesta en homenaje a la patrona del pueblo de Ámbar, la “Mamashona” la Santísima
Virgen de la Asunción, los devotos luego de salir de la iglesia principal del pueblo,
acompañan en procesión el recorrido por las principales calles del pueblo a la
sagrada Imagen de la Virgen de la Asunción; sus devotos llegados de Lima, Huacho y otros
lugares de nuestro territorio patrio, así como de los Estados Unidos, se turnan
para cargar el anda de la Mamashona, Emilio Solórzano, Orlando Solórzano, Dimas
Alor, Héctor López, José Zavaleta, César Sifuentes, Ángel Narváez, Benigno
Morales y Rodolfo Solórzano, luego de cargar a la virgen durante su recorrido procesional,
acuerdan ir por la tarde a la pelea de Gallos, donde José Zavaleta había traído
desde Huacho unos gallos de fina estampa que se enfrentaría a gallos de Huacho,
Barranca y Lima.
Pasado las 3.00 de la tarde la jornada gallística comienza
con las clásicas apuestas de rigor, el gallero Morales de Huacho apuesta
por su gallo ajiseco 500.00 soles, paseándose por el contorno del coliseo, cosa
que llamo la atención de los devotos arriba mencionados; Ángel Narváez le
pregunta a José Zavaleta si tenía confianza en su gallo plateado, cosa que le
responde positivamente, ¡Lo topo!, Lo topo, dijo enérgicamente el popular “Huachota” Ángel
Narváez, el juez de la pelea toca la campana y gallos a fuera al ruedo, a la arena a matarse a
navaja limpia, entre patadas y patadas caen los dos gallos al piso, pero el gallo
plateado de José Zavaleta no entierra el pico cosa que si sucedió con el gallo Ajiseco
del señor Mortales, Ganó Huachota sus 500.00 soles, muy contento el se abrazo
con sus amigos que lo acompañaban.
En la segunda pelea sucedió igual que la anterior el dueño
del gallo cenizo de Lima, se paseaba con 500.00 soles en la mano buscando quien
aceptaba su apuesta; Dimas Alor al ver que Huachota había ya ganado, saltó de
su lugar como si alguien lo hubiera hincado con alguna aguja y dice muy fuerte yo voy, topo su apuesta, el gallo de José Zavaleta traído
desde Barranca por su hijo Juan, comienza a bailar a su gallo rival y en un
descuido del gallo limeño, de un salto
mortal el gallo barranquino lo mata de una sola estocada, Dimas lloró de emoción en aquel momento al
recibir los 500.00 soles de la apuesta.
En la tercera pelea un hermosos gallo de la campiña de
Huacho, comienza a cantar como si estuviera el en un concierto gallístico, el
señor Grados, dueño del gallo se acerca a l grupo de amigos que festejaban sus
dos triunfos y les dice pongan ustedes la cantidad yo les sigo, murmurando
entre ellos aceptan unir las ganancias
de Ángel y Dimas y le dicen va 1000.00 soles de apuesta, lo topo dijo el señor
Grados, el gallo huachano parecía una efigie griega en el centro del coliseo, sin embargo el gallo rival era bien agarrado,
altanero, con unas patas que le doblaban al otro gallo, segundos afuera a
pelear gallos se ha dicho, los dos gallos estaban casi moribundos después de
una larga y tenaz pelea, suerte al ganador dijo el señor Grados, la pelea está
para cualquiera de los dos, en un momento de la pelea se escucha a la banda de músicos
tocar el huayno Carmencita, cosa que aprovecho Dimas para gritar al gallo, hazlo
por Carmencita, hazlo por Carmencita gallito lindo, que lindo huaynito, gana, mátalo
gallito, porque sino Carmencita te va preparar en aguadito, cosa que arranco la
risa en los presentes, y al terminar la banda de Huanri de tocar el huayno Carmencita,
el gallo huachano cae pico a tierra, había ganado el gallo de José Zavaleta, ¿entendió
el mensaje de Dimas Alor el gallo?, no sabemos pero que ganó, si ganó.
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